El único manuscrito jamás descifrado
Cuando el manuscrito es “redescubierto” por Voynich en el año 1912, el libro guardaba entre sus páginas una carta. Esta junto a otras tres conocidas posteriormente, estaban dirigidas al mismo hombre: Athanasius Kircher.
Uno de los primeros propietarios del Manuscrito Voynich fue Georgius Barschius o Georg Baresch, un oscuro alquimista que vivió en Praga a comienzos del siglo XVII. Georg Baresch, pensó en Kircher como el único hombre capaz de interpretar sus extraños caracteres. Así, Baresch le escribió una carta en 1637, en la que le pedía estudiara el texto y tratara de hallar una solución al problema. Esta primera carta se ha perdido pero se sabe que no obtuvo respuesta.
Ante el silencio de Kircher, Baresch volvió a escribirle dos años más tarde. Esta segunda carta -que sí se conserva- reitera el pedido de que Kircher se ocupe del manuscrito, aprovechando el viaje de algunos religiosos amigos de Baresch desde Praga (donde estaba Baresch) hacia Roma (donde estaba Kircher). La carta está actualmente en los Archivos de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
Dentro del libro en sí, Voynich encontró una carta. También está dirigida a Kircher y está fechada en 1666. El autor de la misiva es otro personaje llamado Johannes Marcus Marci de Cronland, rector de la Universidad de Praga. El original se encuentra junto al libro, en la Biblioteca Beinecke. No fue la única carta de Marci ya que se conserva también en los Archivos Gregorianos una carta anterior a Kircher sobre el mismo asunto.
De todas las cartas, sin duda la que estaba en el interior del libro se puede considerar especial, ya que aporta datos sobre su origen. En esta carta, conocida como “Carta Marci” dice haber heredado el libro de un amigo íntimo (que aunque no nombra, sabemos que era Georg Baresch) y pide a Athanasius que lo traduzca porque está convencido que es el único que podrá hacerlo.Además y esto es lo importante, informa que el libro pertenecíó a Rodolfo II de Bohemia -según le contó un profesor de lengua del entonces Rey de Bohemia Fernando III- por el que pagó la gran cifra de 600 ducados (unos 45.000 euros actuales). Además “él creía que el autor era el inglés Roger Bacon.
"La montaña más alta, los libros más viejos, la gente más extraña... ahí encontrarás la piedra".
Athanasius Kircher
Athanasius Kircher
Athanasius nació en Alemania el 2 de mayo de 1601 (ó 1602), y se le considera como el hombre más ilustrado de su tiempo. Hijo del filósofo Johannes Kircher, Athanasius era sacerdote de la Compañía de Jesús, matemático, astrónomo, geógrafo, sismólogo, vulcanólogo, lingüista e inventor. Desarrolló un instrumento para medir el campo magnético terrestre, un eficienteanemómetro, y diversos tipos de relojes solares. Además como lingüista experto en idiomas orientales fue el primero en traducir el texto alquímico La Tabla Esmeralda del árabe al latín, aunque dominaba otras lenguas como griego y hebreo. Tuvo gran fama como descifrador de jeroglíficos, disciplinas ambas sobre las que escribió varios libros.
Fue el primer lingüista en comprender que el copto era una lengua derivada del egipcio antiguo, y fue comisionado por el Papa para traducir los textos de un obelisco egipcio que se llevó a Roma (traducción que hoy sabemos era totalmente errónea).
Kircher murió en 1680 en París, luego de haber pasado la mayor parte de su vida convertido en una especie de superestrella o celebridad científica internacional en numerosas ramas de la ciencia, pero especialmente en la lingüística y la filosofía.
Pero a lo largo de su vida, Athanasius recibió nada menos que cuatro cartas referentes a un extraño libro. Nunca respondió a ninguna de ellas. Sin duda lo hubiese hecho de haber sido capaz de descifrar el libro pero basta ponerse un poco en su pellejo para entender que de no ser así, hubiese puesto toda su fama en entredicho. Sin duda, el silencio era la respuesta más adecuada. Tampoco parece acertado pensar que Athanasius hubiese descartado las cartas catalogándolas de “minucias sin importancia”, porque de hecho se interesó por la adquisición del libro. La copias copias del libro que recibió junto a la carta del prestigioso Rector de la Universidad de Praga y además amigo suyo, debió levantar la curiosidad de una personalidad tan reputada e intrigada por los misterios como era Kircher.
La historia del manuscrito:
El primer dueño confirmado del manuscrito fue un cierto Georgius Barschius, un oscuro alquimista que vivió en Praga a comienzos del siglo XVII. Por las cartas encontradas sabemos que Barschius (o Baresch) se encontraba tan confundido con respecto al libro como nos encontramos en la actualidad. La carta enviada a Kircher de la que ya hemos hablado, es la mención más antigua del manuscrito hallada hasta la fecha. Se desconoce si Kircher respondió al pedido, pero aparentemente se encontraba lo suficientemente interesado como para intentar adquirir el libro, que Barschius rehusó vender. Tras la muerte de Barschius el manuscrito pasó a manos de su amigo Johannes Marcus Marci, en aquel entonces rector de la Universidad Carolina de Praga, quien rápidamente envió el libro a Kircher, su amigo corresponsal. La carta de Marci (1665) se encuentra aún adjunta al manuscrito. En esta carta le ofrece el manuscrito para su descifrado y menciona que fue adquirido por el emperador Rodolfo II de Bohemia (1552-1612) por 600 ducados de oro. La carta menciona luego que en la corte de Rodolfo II se creía que el autor del manuscrito era el famoso Roger Bacon(el fraile franciscano que vivió entre 1214 y 1294). Rodolfo II. (1552-1612)
El reinado de Rodolfo II es importante en la historia y en la ciencia. Fue el soberano que no supo impedir la nefasta Guerra de los Treinta Años. Si bien, la ciencia lo recuerda con respeto y agradecimiento, ya que fue este soberano quien ejerció el mecenazgo sobre Tycho Brahe y Johannes Kepler, y todos los historiadores de la ciencia están de acuerdo en que ninguno de ellos hubiese logrado lo que logró sin el apoyo político y económico de Rodolfo II. Rodolfo II se interesó por la magia, la alquimia, la brujería, el exoterismo y sobre todo por los objetos y libros extraños. Su castillo de Praga se convirtió en el centro de reunión científicos serios como Tycho y Kepler y otros menos serios como Giordano Bruno (luego quemado por hereje), John Dee (considerado como un mago negro) y aventureros-estafadores como Edward Kelley.
Rodolfo II tenía una enorme habitación llena de libros y manuscritos de magia, alquimia y astrología, pues estos temas eran tanto su pasión como su pasatiempo. La colección que reunió sobre estos temas eran de las mejores y más completas de la historia.
No se encuentran menciones del libro en los dos siglos siguientes, aunque muy probablemente fuera conservado, junto con la correspondencia de Kircher, en la biblioteca del Collegio Romano (actualmente la Universidad Pontificia Gregoriana). Allí permaneció probablemente hasta que las tropas de Víctor Manuel II de Italia conquistaron la ciudad en 1870, anexionando los Estados Pontificios al nuevo Estado italiano. El nuevo Gobierno italiano decidió confiscar muchas de las propiedades de la Iglesia, incluyendo la biblioteca del Collegio. De acuerdo con las investigaciones de Xavier Ceccaldi y otros, justo después de este acontecimiento muchos de los libros de la biblioteca de la universidad fueron transferidos precipitadamente a las bibliotecas personales de su facultad, donde quedaban a salvo de la confiscación. La correspondencia de Kircher, incluyendo el manuscrito, se encontraba entre estos libros.
Wilfryd Michal Habdank-Wojnicz nace el 31 de octubre de 1865 en Kaunas, Lituania. Químico y farmacéutico, estudió en las Universidades de Varsovia y San Petersburgo, doctorándose en su especialidad por la Universidad de Moscú. Encarcelado por problemas políticos en Siberia huye hasta llegar a Hamburgo donde vende su abrigo y anteojos para comprar un arenque ahumado, un trozo de pan y un pasaje de tercera clase en un barco de carga que transportaba fruta a Londres. En esta ciudad rehace su vida y se casa con la quinta hija del matemático y filósofo George Boole. Retrato de Wilfrid M. Voynich
Wojnicz (que a esta alturas ya firmaba como "Voynich"), comenzó a interesarse por los libros, manuscritos y catálogos antiguos. En esta tarea prosperó, y pronto estableció un importante comercio de libros raros en Soho Square N° 1, Londres, a donde acudían todos los coleccionistas deseosos de adquirir un ejemplar largamente soñado. Parece ser que alrededor del año 1912 el Collegio Romano se encontraba en una situación económica precaria y decidió vender, discretamente, algunas de sus propiedades. Así fue cómo Wilfrid Voynich adquirió 30 manuscritos, entre ellos el que nos ocupa en un viaje realizado exclusivamente para adquirir libros antiguos.
Revisando un arcón que contenía los libros que los curas deseaban vender, le llamó la atención un volumen en cuarto escrito en unos extraños caracteres que Voynich no pudo identificar.
Los sacerdotes se mostraron de acuerdo en vender a Voynich el manuscrito y la carta que encontró en su interior, y éste los llevó a su negocio londinense. Confundido por los extraños símbolos que cubrían las páginas, Voynich decidió fotografiar cada una de las 246 páginas tanto por el anverso como por el reverso , y envió las copias a los más reputados lingüistas de su tiempo: ninguno de ellos fue capaz de identificar la lengua, como tampoco el juego de caracteres con el que el libro está escrito. Voynich se muda a Nueva York en 1914, dedicando el resto de su vida a intentar descifrar su querido libro. En 1961, tras fallecer Voynich, su viuda vendió (sorprendentemente) el libro a otro marchante de libros antiguos, llamado H. P. Kraus. No pudiendo encontrar un comprador, Kraus donó el manuscrito a la Universidad de Yale en 1969.
El manuscrito consta de cinco secciones:
- El Herbolario: La más extensa pues ocupa 130 páginas en las que se muestran una o incluso dos plantas junto a algunos párrafos de texto, en un formato típico de herbarios europeos de la época. La inmensa mayoría de ellas corresponde a plantas que no existen ni han existido nunca, o, dicho en otras palabras, a especies que no pueden ser identificadas por ningún botánico del mundo. Algunas partes de estas ilustraciones son copias en mayor escala y detalle de bocetos vistos en la sección farmacéutica. Algunas plantas si son conocidas. Así la hoja dibujada en el folio 42 verso pertenece a la variedad Rumex acetosa -conocida como acedera- una hortaliza de sabor ligeramente amargo que se come como hoja verde en ensalada. En la misma página, aparece una imagen más pequeña de una hoja perteneciente a una especie del género Oxalis Linneo. Lo único que ambas plantas tienen en común es el gusto amargo debido a que ambas contienen ácido oxálico, que en grandes dosis es sumamente tóxico. En la hoja 100 hay un dibujo de una planta que, ha sido identificada por el botánico O´Neill como Botrychium lunaria Swartz. Su nombre común es "lunaria menor", y desde antiguo se la conoce como astringente y antidiarreica.
- Sección Biológica: Un texto denso y continuo con figuras de pequeñas mujeres desnudas (y quizás embarazadas) tomando baños en un líquido verde dentro de una especie de balnearios o tinas interconectadas por una elaborada red de tuberías, algunas de ellas claramente en forma de órganos genitales femeninos. Algunas de las mujeres llevan coronas. Algunos autores afirman que estas conducciones de agua representan, en sentido figurado, a los vasos sanguíneos, el sistema cardiocirculatorio, el aparato digestivo y los órganos reproductivos.
- El Herbolario: La más extensa pues ocupa 130 páginas en las que se muestran una o incluso dos plantas junto a algunos párrafos de texto, en un formato típico de herbarios europeos de la época. La inmensa mayoría de ellas corresponde a plantas que no existen ni han existido nunca, o, dicho en otras palabras, a especies que no pueden ser identificadas por ningún botánico del mundo. Algunas partes de estas ilustraciones son copias en mayor escala y detalle de bocetos vistos en la sección farmacéutica. Algunas plantas si son conocidas. Así la hoja dibujada en el folio 42 verso pertenece a la variedad Rumex acetosa -conocida como acedera- una hortaliza de sabor ligeramente amargo que se come como hoja verde en ensalada. En la misma página, aparece una imagen más pequeña de una hoja perteneciente a una especie del género Oxalis Linneo. Lo único que ambas plantas tienen en común es el gusto amargo debido a que ambas contienen ácido oxálico, que en grandes dosis es sumamente tóxico. En la hoja 100 hay un dibujo de una planta que, ha sido identificada por el botánico O´Neill como Botrychium lunaria Swartz. Su nombre común es "lunaria menor", y desde antiguo se la conoce como astringente y antidiarreica.
- Sección Farmacéutica: Esta parte contiene ilustraciones de partes de la planta, ya sea el tallo, la hoja o la raíz y pequeños fragmentos de texto, como si se estuviera describiendo la aplicación de esas plantas. Aparecen objetos similares a jarras farmacéuticas (albarelos) a lo largo de los márgenes y como hemos dicho, algunos párrafos de texto.
- Recetas: La forman muchos párrafos cortos, cada uno marcado con una "viñeta" en forma de flor (o estrella) que podrían ser pasos o instrucciones para elaborar algo (presumiblemente un producto químico o alquímico).
Bruno Orta
15 marzo, 2024 | 10:21 am
¡Todo muy interesante! Gracias.